miércoles, 24 de enero de 2018

Dìa de la Virgen de la Paz, Patrona de los Trujillanos

24/01/2018


Para este miércoles, los trujillanos comparten su devoción hacia la excelsa madre mediante la procesión número 389 donde hacen sus peticiones, manifiestan su fe y agradecen por sus bendiciones.

El repique de las campanas a las 6:00 de la mañana anuncia la llegada del Día de la Virgen de la Paz para los trujillanos, en donde la agenda religiosa también incluye actividades infantiles, deportivas y culturales. La devoción por la Virgen de La Paz, patrona del estado Trujillo, se manifestará hoy cuando se celebra su día, una tradición que data de los años 1600.
Esta representación mariana significa para la feligresía trujillana el espíritu pacífico que caracteriza a los habitantes de esta tierra, quienes este sábado se unirán como año tras año a la tradicional fiesta religiosa

Historia
Varias versiones se remontan sobre los orígenes de la Virgen que porta una pluma en señal de paz para la entidad andina. La primera, está relacionada con San Ildefonso Toledo, un arzobispo de Toledo en España, muy devoto a la Virgen María. Según el relato, durante la noche de diciembre Ildefonso entró a la Catedral de Santa María Toledo donde fue sorprendido por una iluminación entre lo que podía ver a la Virgen sentada en la silla del arzobispo que en ese momento se interpretó como la aprobación a sus enseñanzas. La muerte de Ildefonso se suscitó el 23 de enero, por lo que para el 24 se recuerda el milagro descrito.

Otra historia cuenta que en el año 1085, durante una invasión musulmana a España, se disputaba la Catedral Santa María de Toledo, donde los atacantes planeaban establecer una mezquita, sin embargo, al cabo de un año cambiaron de parecer y regresaron el templo a los cristianos. Esto ocurrió la víspera del 24 de enero, lo que se tradujo como una intercesión de la Virgen de la Paz para salvaguardar la fe cristiana.

En Trujillo, La Virgen de la Paz se instauró como patrona en sustitución de la diosa indígena Ikake, luego de la fundación de la ciudad por parte de los colonos españoles que habían derrotado a los indígenas. 

La zona de Trujillo ha sido relevante en las creencias místicas-cristianas de los habitantes de esas tierras en torno a la Virgen de la Paz desde tiempos de la colonia. La Virgen de la Paz es la patrona del estado Trujillo.​ La bandera del estado tiene un triángulo de color verde, en su centro una estrella blanca y dentro de la estrella la silueta de una paloma, símbolo de paz. Inclusive, los tres lados del triángulo sugieren una tríada de monumentos, dos de ellos religiosos:

-. El monumento nacional de la Entrevista de Bolívar y Morillo en Santa Ana, con motivo del Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra.

-. La Iglesia Catedral del “Señor Santiago de Nuestra Señora de La Paz”, concluida en 1.662, y donde se venera la preciosa imagen de Nuestra Señora de La Paz del siglo XVII y que es blasón de la ciudad y del estado, y donde el 1º de marzo de 1821 el obispo Lasso de La Vega acogió al Libertador como Gobernante y lo confió a la divina providencia

-. El monumento a la Paz, viva súplica por la paz del mundo.

Virgen de la Paz

Los orígenes de la imagen de la Virgen de la Paz se remota probablemente al siglo VII, asociado con San Ildefonso de Toledo (606-667), un arzobispo de Toledo,​ España, destacado por su devoción a la Virgen María. La tradición relata que durante una noche de diciembre Ildefonso entró en la Catedral de Santa María de Toledo, impresionado por una gran iluminación dentro del templo, a lo que reporta ver a la Virgen sentada en la silla del arzobispo,​ un acto que fue interpretado como aprobación a las enseñanzas de Ildefonso.14​ San Ildefonso murió el 23 de enero, y el 24 de enero se ha dedicado a recordar el milagro.

También se cuenta que en el año 1085, durante la invasión musulmana a España, hubo una batalla en la que se disputaba la Catedral de Santa María de Toledo. Los atacantes se habían asentado en España, y planeaban convertir la catedral en una mezquita, en cuestión de un año los jefes musulmanes cambiaron de parecer y retornaron el templo a los cristianos.​ El incidente se produjo durante la víspera del 24 de enero, y los seguidores de la Santa Virgen aseguran que tenía que ver con la Virgen de la Paz, quien milagrosamente había actuado para salvaguardar la fe cristiana.

La zona donde ahora está erigido el monumento a la Paz era habitada por una sociedad aborigen conocida como Eskuke, lugar donde se produjo una sublevación indígena dirigida por el Cacique Pitijoc,​ de la etnia cuicas—quienes, según la hipótesis Chibchano-Paezano, tenían una misma raíz que los Chibchas y Muiskas colombianos—en contra de los colonos venidos de España.​ Derrotados los indígenas se fundó la ciudad de Trujillo el 9 de octubre de 1557 y se instauró la fe de la Virgen de la Paz en sustitución de la diosa indígena Ikake.​

La leyenda
El nombre del monumento, del lugar y de la Virgen hace referencia a la leyenda de su aparición. En el cerro llamado Peña de la Virgen, según cuenta la leyenda, fijada a finales de los años 1550, apareció la imagen de la Virgen María a varios vecinos del pueblo de Carmona. Con facciones muy originales y un gran ánimo de juventud, la joven aparecía caminando por las tardes a comprar velas para su lumbre, y fue en una pulpería donde unos hombres le preguntaron: ¿Por qué anda sola? y ella les respondería: «sola no, sino con Dios, el sol y las estrellas».​ Otra versión de la respuesta es: «hijos no se les olvide que ando con Dios, mi protector». Al seguirle los pasos, los vecinos observaron que se ocultó entre una roca y de inmediato comenzaron a observar algunos destellos en la peña y descubrirían entonces de que no era una joven mortal que vivía en la comunidad, sino que era la Bienaventurada Virgen María.

Tiempo después pensaron que el lugar donde se ocultó era la cabecera de tres ríos, los cuales ella contenía con su majestad, porque de lo contrario éstos se desbordarían para arrastrar a los moradores de la ciudad.

Cueva de la Virgen
Bajando la montaña desde la base de la peña de la Virgen, por senderos no pavimentados a un costado del monumento, se llega a unas cuevas a donde se puede entrar, denominadas en conjunto «cueva de la Peña de la Virgen II». El folclore local reconoce que las cuevas se interconectan y que los indios del pasado las usaran no solo para sus ceremonias religiosas sino también para trasladarse a través del Estado. Otras cuevas y grutas a pocos kilómetros de radio en los alrededores de la ciudad de Trujillo incluyen las Cuevas de la Peña de la Virgen I, «cueva El Zamurito» y «cueva El Ronco». Sin embargo, los movimientos de las montañas andinas a través de los años han cerrado definitivamente los supuestos pasadizos. Los fieles de la Virgen visitan con frecuencia estas cuevas, a menudo en Procesiones Religiosas de Feligreses, y agradecen los favores de la Virgen colocando sus ofrendas y velas. hay dos miradores por la parte posterior del monumento.







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