lunes, 1 de enero de 2018

117 Años de la Muerte de Mariano Picón Salas

01/01/2018



Mariano Picón Salas nació en Mérida el 26 de enero de 1901. Fue un importante intelectual venezolano del siglo XX, que supo pensar y expresar el sentir latinoamericano desde la Colonia hasta su contemporaneidad. Su vasta obra en prosa se deja leer en ensayos históricos, crítica literaria e historia cultural, entre los que destacan: Cinco discursos sobre el pasado y el presente de la nación venezolana; Formación y proceso de la literatura venezolana; Hispanoamérica, posición crítica; Problemas y métodos de la historia del arte; Dos siglos de prosa venezolana; Suma de Venezuela, y su novela autobiográfica “Viaje al Amanecer”.

Su primera educación la recibió bajo la guía de un intelectual francés, además asistió a liceos y colegios de Mérida y Trujillo.

Desde joven ya se asomaba su magistral pluma, que le permitió publicar en diarios locales y nacionales. En 1917 inició sus estudios de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Los Andes. Ese mismo año leyó su ensayo “Las nuevas corrientes del arte” en el paraninfo de esa Universidad. Al año siguiente, junto a Mario Briceño Iragorry, Enrique Celis y Antonio Spinetti, fundaron la revista literaria “Arístides Rojas”.

En 1919, Mariano Federico Picón Salas se radicó en Caracas para continuar sus estudios de Derecho en la Universidad Central de Venezuela. Allí se relacionó con los intelectuales Lisando Alvarado y Andrés Eloy Blanco y colaboró en la revista “Cultura Venezolana”. Al año siguiente ya trabajaba en la cancillería y publicó su primer libro “Buscando el camino”. En 1922 regresó a Mérida, y en 1923 se trasladó a Chile, donde desarrollaría una importante carrera intelectual y académica.

En 1936, tras la muerte de Juan Vicente Gómez, regresó al país y fue nombrado Superintendente de Educación, que le permitió crear el Instituto Pedagógico Nacional. Fue encargado de negocios de Venezuela en Checoslovaquia, y al poco tiempo volvió a Chile. En 1938, de nuevo en Venezuela, fue Director de Cultura y Bellas Artes del Ministerio de Educación, donde fundó la Revista Nacional de Cultural. Entre 1941 y 1944 dirigió el diario El Tiempo, dictó cursos en las universidades de California y Columbia. En Nueva York terminó de escribir “De la Conquista a la Independencia. Tres siglos de cultura latinoamericana”.

En 1946 dictó un semestre en la Universidad de Puerto Rico, temporada en la que escribió el prólogo a “Casa de León y su tiempo” del intelectual trujillano Mario Briceño Iragorry. En Venezuela fundó la Facultad de Filosofía y Letras de la UCV. En 1947 fue electo individuo de número de la Academia Nacional de la Historia, y un año más tarde miembro de la Academia Colombiana de Historia. A principios de 1949, tras el derrocamiento de Rómulo Gallegos, se trasladó a México. Ese mismo se publicó su colección de ensayos “Comprensión de Venezuela”.

En 1950 participó como profesor invitado en la Universidad de Columbia. En 1951 retoma su actividad docente en UCV y el Instituto Pedagógico. Entre 1953 y 1957 fue director del Papel Literario de El Nacional; publicó “Los días de Cipriano Castro”, que le valió en 1954 el Premio Nacional de Literatura, junto a Arturo Uslar Pietri. En 1955 recibió, junto al historiador Augusto Mijares, el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Central de Venezuela, y se publicaron sus ensayos de “Crisis, cambio y tradición” y la novela “Los tratados de la noche”. Además su novela “Viaje al amanecer” (1943) fue publicada en francés.

Mariano Picón Salas encabezó el “Manifiesto de los intelectuales sobre la situación política nacional”, emitido el 15 de enero de 1958, como parte de la acción entre civiles y militares que el 23 de enero derrocarían a Marcos Pérez Jiménez. Fue nombrado embajador en Brasil, donde continuó escribiendo su columna para El Nacional y en 1959 culminó “Regreso de tres mundos”, considerado su testamento espiritual. Ese mismo año fue nombrado embajador permanente ante la UNESCO; y en 1960 miembro del Consejo Directivo, cargo que ejercerá hasta 1962.

En 1963 fue nombrado embajador de México, pero una severa crisis asmática lo hace regresar a Venezuela. El último gran proyecto de Mariano Picón Salas fue la creación del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (INCIBA), el cual no pudo ver terminado a causa de su repentina muerte en Caracas el 1 de enero de 1965. Sus restos mortales fueron trasladados al Cementerio El Espejo de la ciudad de Mérida, donde responsa desde el 9 de octubre de 1992.

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