Elezar López Contreras nació en Queniquea, estado Táchira, el 05 de mayo de 1883. Fue militar y político venezolano y ejerció la presidencia de la República entre 1936 y 1941. En su juventud fue uno de los sesenta tachirenses que llegó a Caracas con la Revolución Liberal Restauradora.
Su carrera militar se desarrolló bajo la égida de importantes caudillos, como Diego Bautista Ferrer, bajo cuyo mando actuó en la defensa del país frente al bloqueo naval de 1902. El futuro presidente desempeñó distintos cargos administrativos durante la dictadura de Gómez. En el año 1919 fue nombrado director de Guerra, puesto desde el que favoreció la instrumentación de la Aviación Militar.
Desde 1920 hasta 1926 realizó distintos viajes al exterior. En 1924 ejerció la jefatura de la delegación militar venezolana en Perú. Entre 1928 y 1929 se desempeñó como jefe de la Guarnición de Caracas. A pesar de servir con fidelidad al régimen de Gómez, Eleazar López Contreras no apoyó sus medidas represivas durante los alzamientos de 1928 y 1929 y pidió ser trasladado al Táchira. Volvió luego a Maracay y Juan Vicente Gómez lo nombró jefe interino del Estado Mayor del Ejército (1930) y Ministro de Guerra y Marina (1931-1935), cargo desde el que unificó y modernizó estos cuerpos.
Al morir el presidente Juan Vicente Gómez en diciembre de 1935 se produjeron numerosas revueltas que López Contreras reprimió haciéndose con el control de la situación. Nombrado presidente provisional por el Consejo de Ministros (1935), al año siguiente fue ratificada la elección, desempeñando el cargo hasta 1941. Al morir Juan Vicente Gómez, el 17 de diciembre de 1935, Eleazar López Contreras fue designado Encargado de la Presidencia de la República hasta el 19 de abril de 1936. Logró sofocar un conato de rebelión propiciado por los familiares de Gómez. Decretó la libertad de los presos políticos y restableció la libertad de prensa. El 25 de abril del siguiente año fue electo Presidente Constitucional de la República desde 1936.
Llevó a cabo una política levemente aperturista, promulgó una nueva constitución (1936) y potenció las obras públicas. Su reforma constitucional incluyó la reducción del período presidencial a cinco años y prohibió la reelección inmediata. Intentó hacer una transición pacífica hacia la democracia entregando el 05 de mayo de 1941 el poder a su sucesor, el general Isaías Medina Angarita.
Tras el derrocamiento de Medina Angarita por un Golpe de Estado, López Contreras fue juzgado y desterrado a Estados Unidos. Exiliado entre 1945 y 1958, a su regreso fue designado senador vitalicio. Es de los pocos presidentes de Venezuela que ha dejado testimonio de su gestión y de su percepción del contexto social y político que le tocó vivir.
En 1963, le fue conferida la réplica de la Espada del Libertador, símbolo de los generales. Fue el primero en recibirla de manos del presidente Rómulo Betancourt. A medida que fue avanzando su edad, se deterioraba su salud, pero conservaba su lucidez. Siguió escribiendo artículos para los diarios, incluso publicó dos libros más (El pensamiento de Bolívar Libertador, en 1963 y Gobierno y Administración, 1936-1941, en 1966).
A fines de 1972 sufre complicaciones pulmonares y finalmente, muere en Caracas el 02 de enero de 1973. Fue reconocido en vida por su gestión de gobierno, considerada como histórica y fue respetado como ejemplo de civismo. López Contreras murió a la edad de 89 años y se decretan tres días de duelo, se le rinden honores de Jefe de Estado y es sepultado al sonido de 21 salvas de cañón. Tanto fue su apego a la Guardia Nacional, que su último deseo fue cumplido: “cuatro Guardias nacionales rasos transportaron sus restos en hombros”.
Elezar López Contreras fue el primer Presidente de Venezuela en emitir un discurso en cadena nacional
“Estoy agradecido con este destierro, con la prisión, con esos juicios políticos a que me tienen sometido, pues completan mi figura de político venezolano. Yo he sido de todo en Venezuela: Ministro, Presidente, Jefe de Guarnición, invasor, guerrillero, menos preso político y desterrado. Y en Venezuela no puede haber jefe político sin su historia de destierro”.
Estas palabras fueron pronunciadas por Eleazar López Contreras cuando permanecía exilado en Miami al ser expulsado del país por su postura contraria a la Junta Revolucionaria que se había instaurado tras el derrocamiento de Isaías Medina Angarita. Su casa en la ciudad estadounidense se convirtió en centro de reunión de los adversarios a este nuevo grupo de poder.
Moderando el autoritarismo del que había hecho gala su predecesor Juan Vicente Gómez, durante el gobierno de Eleazar López Contreras se promulgó la Constitución de 1936. Afrontó el primer paro de la industria del petróleo de Venezuela y se creó la Guardia Nacional (para llenar el vacío que existía dentro del cuadro institucional del Estado) y el Banco Central de Venezuela (para modernizar al país y administrar de una manera más eficaz los cuantiosos recursos dados por el petróleo).
Durante su gobierno, también se contrataron expertos extranjeros técnicos en salud pública y se creó la División de Higiene Rural. En 1939 ofreció asilo a los judíos errantes de los llamados “Barcos de la Esperanza” (el Caribia y el Königstein), cuya descendencia constituye una gran parte de la actual comunidad judía de Venezuela.
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