José Fruto Vivas Vivas conocido como (Fruto Vivas) nació en la curva del Callejón del Verde, municipio Jáuregui del estado Táchira; el 21 de enero de 1928. Vivas es uno de los arquitectos venezolanos más reconocidos nacional e internacionalmente. En 1956 se graduó de arquitecto en la Universidad Central de Venezuela.
En 1955 trabajó con el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer para el Museo de Arte Moderno de Caracas y junto al español Eduardo Torroja diseña el Club Táchira. Construyó el Pabellón de Venezuela para la Exposición Universal de Hannover 2000, proyecto polémico pero que resultó del agrado de los visitantes (fue, luego del Pabellón de Alemania, el segundo más visitado).
Está caracterizado por la forma de flor, la ligereza de la estructura de acero y vidrio, la movilidad de la cubierta y el contenido de la exposición basado en la sociedad, tecnología y biodiversidad del país. Una flor sobredimensional de 18 metros de altura sobresale del edificio. Sus pétalos de 18 metros se abren y cierran según el estado del tiempo.
En 1987 recibió el Premio Nacional de Arquitectura de Venezuela.
En 2009 recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela.
En 2011 recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET).
En IX Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU), también se anunció el Premio Iberoamericano al arquitecto venezolano Fruto Vivas en una edición de la Bienal que aspira a reconocer a “una arquitectura y un urbanismo orientados a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.
En 2014 Fruto Vivas recibe este Premio Iberoamericano por “su consecuente trayectoria de más de 60 años en el oficio de la arquitectura, tanto a nivel proyectual como docente; dejando un sólido legado en la investigación de temas referentes a la innovación y la sustentabilidad en la construcción, tanto en el ámbito público como en el privado”.
Otros profesionales galardonados en ediciones anteriores son, entre otros:
Juan Navarro Baldeweg (España), Oscar Niemeyer (Brasil), Álvaro Siza Vieira (Portugal), Ricardo Legorreta (México) o Germán Samper (Colombia).
“La arquitectura del siglo XX ha sido relatada, sobre todo, desde la perspectiva europea y norteamericana. Sin embargo cuando la modernidad surgió en Latinoamérica, en un contexto social y una geografía radicalmente diferentes, se reinventó en una arquitectura genuinamente moderna, extraordinariamente rica y prolífica y, al tiempo, más plural de lo que lo que fue en sus orígenes noroccidentales. Durante unas décadas deslumbrantes de la posguerra la arquitectura del siglo XX edificó gran parte de sus ideas y espacios más memorables en Latinoamérica. Entre estas arquitecturas imprescindibles, visionarias, socialmente comprometidas y vinculadas íntimamente a sus lugares y culturas se encuentra la arquitectura de Fruto Vivas”.
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