El 28 de abril del año 1856, el Congreso de la República de Venezuela sanciona la primera Ley de División Territorial, donde las unidades administrativas se clasificaron en provincias, cantones y parroquias, estableciendo los límites políticos de cada entidad. En el artículo # 27, la ley divide a la provincia de Maracaibo en cinco cantones: Maracaibo, Zulia, Perija, Gibraltar y Altagracia, y estos a su vez, en veintiséis parroquias.
Convirtiéndose de esta manera Lagunillas en Parroquia del entonces Cantón Altagracia; pero la ley prenombrada no pudo ser ejecutada porque el país entra en una revuelta social que duro entre los años 1858 y 1863, sin embargo, valió para marcar el territorio que con algunos cambios ocupan actualmente las entidades nacionales.
Según el Decreto de la Asamblea Legislativa del Estado Zulia del 23 de enero de 1895 y previo voto afirmativo del Consejo de Gobierno, el territorio de la para entonces Parroquia Lagunillas, legalmente se deslinda, según los registros públicos correspondientes para esa época, de la siguiente manera: del estantillo situado cerca de la casa de habitación de Amenodoro Villasmil, en la Costa, frente al pueblo lacustre, se mide hacia el Sur una recta de una legua de cinco kilómetros y medio, hasta frente al hato de ganado vacuno llamado "Las Clavellinas", de este punto se extiende una línea recta de tres leguas hacia el Este y en ángulo recto con la anterior; de tal punto hacia el Norte se mide una recta de dos leguas, perpendicular a la anterior; de aquí cruzando en ángulo recto hacia el Oeste se describe una línea de tres leguas hasta el pueblo de Tasajeras, y finalmente, volteando en ángulo recto hacia el Sur se recorre una línea de una legua para llegar al punto de partida frente a la casa del ya nombrado ciudadano Villasmil. En esta mensura se ha hecho la deducción de dos leguas cuadradas correspondientes a la superficie que ocupa la gran "Ciénaga de Lagunillas".
Lagunillas de agua
Fue la primera fundación del pueblo de Lagunillas, existió primero con el nombre de Nuestra Señora de la Concepción de Lagunillas en 1730 y luego como Nuestra Señora de La Candelaria de Las Lagunillas en 1774. Lagunillas original, la primitiva, estaba formada por palafitos a orillas del Lago de Maracaibo. Esta población se comunicaba con tierra por medio de "La Planchada ".
La era petrolera en Lagunillas se origina entre 1925/26 cuando la Venezuelan Gulf Oil comienza a perforar. Siguieron la Lago Petroleum Corporation y The Venezuelan Oil Concessions Limited, mejor conocida como la VOC. La explotación en si se hizo después de 1927.
Lagunillas de Agua era una población predominantemente formada por foráneos, albergados anárquicamente sobre la plataforma de madera.
En tiempos de lluvias, Lagunillas quedaba completamente aislada. Para trasladarse a Tasajeras y Las Morochas, las poblaciones más cercanas, el camino de tierra se convertía en un solo pantano. Se tenía que recurrir a navegar en "cayuco "(pequeños botes).
El muro o dique de contención
Considerado una de las dos grandes obras de ingeniería que posee el Estado Zulia, el Muro no es otra cosa que una gran muralla de 41.7 kilómetros de longitud a todo lo largo del lago. Consta de tres tramos que protegen el área de Tía Juana en el municipio Simón Bolívar, con una extensión de 8.052 metros cuadrados, el correspondiente a Lagunillas, alcanza 19.165 metros cuadrados, y la de Bachaquero en el municipio Valmore Rodríguez, es de 14.047 metros cuadrados.
En el año 1929 el muro o dique de contención era de tablestacado, sufrió rotura y el agua penetro y alcanzo niveles de altura superiores a los de años anteriores. Este fenómeno comprobó el hundimiento progresivo del terreno (FENOMENO DE SUBSIDENCIA). A raíz de esto se comenzó la construcción partiendo de Lagunillas, de un dique de 1,00 metros de altura y 0,50 metros de ancho en su parte superior, con pendientes en los taludes de 1: 1,5.
Pero es apartir de 1937 cuando las compañías petroleras concesionarias se ponen de acuerdo para uniformar operaciones de construcción y mantenimiento del Muro o de los muros que cada una individualmente habían levantado.
La construcción del muro de concreto fue contratada por la Compañía Anónima Constructora Raymond, iniciándose los trabajos el 14 de diciembre de 1938. Los trabajos arrancaron partiendo desde los terrenos de la Mene Grande Oil Company.
La ciudad hacia el futuro
El general Eleazar López Contreras, decreta el 19 de enero de 1937 la construcción de CIUDAD OJEDA (Gaceta Oficial No. 19.166); las razones esgrimidas eran: ". La población de Lagunillas, Municipio del mismo nombre del Distrito Bolívar del Estado Zulia, constituye un peligro inminente para la salud y la vida de sus pobladores, debido a que el hundimiento gradual del terreno donde ella esta localizada impide la construcción de obras de carácter permanente y obliga, además a la reconstrucción periódica de gran parte de las viviendas. Las casas de los habitantes de dicha población, por el material de sus construcciones, están expuestas a frecuentes incendios y no reúnen en su mayor parte, las condiciones de higiene necesarias para evitar enfermedades y flagelos sociales. Procédase inmediatamente a ejecutar en el sitio ya elegido, las obras necesarias para reemplazar a la actual Lagunillas."
La construcción de Ciudad Ojeda se inicia en el mes de julio de 1937, y participan en la tarea obreros del Gobierno venezolano y asalariados de la Compañía VOC, quienes eran dirigidos por Miguel Ángel Romero, capataz de construcción, venido desde Paraguaipoa. Para el mes de diciembre estaban listas las primeras 20 casas del tipo más grande. Además se construían para ese tiempo otras 10 viviendas medianas y 30 pequeñas. La dotación de los servicios comenzó en 1938, cuando empezó a llegar a la región el material para construir las redes de acueductos y gas.
A mediados del año 1938 se construyó la Redoma y más que como plaza sirvió de soporte al gran tanque metálico levantado sobre el parque para el almacenamiento y la distribución del agua potable que se obtenía de un pozo perforado en área de lo que fue la Granja de Cayetano Mata.
El diseño circular de la ciudad proyectado por el arquitecto-urbanista Cipriano Domínguez se tomó del concepto arquitectónico de las principales Ciudades Europeas, basado en la necesidad básica de la población para la facilidad de evacuación en caso de conflicto u otros hechos graves que pusieran en peligro la vida de los pobladores.
El Presidente del Estado Zulia, Doctor Manuel Maldonado recibió el 9 de julio de 1939 la primera etapa del Proyecto "Ciudad Ojeda", pero aun, nadie en Lagunillas aceptaba mudarse a un caserío sin futuro, apartado y solitario.
Después del inicio de la ocupación de la ciudad, la Plaza Alonso de Ojeda se convierte en el centro de su trazado original, su forma circular dibuja una redoma en la que desembocan actualmente las principales Avenidas: Bolívar, Rivas, Miranda, Lara, Alonso de Ojeda, Zulia, Falcón. Dos círculos concéntricos a la plaza dan forma a las calles Páez y Sucre, y en un tercer nivel las líneas rompen la circularidad al conectarse con las carreteras diseñadas por las empresas petroleras: de norte a sur, señaladas con letras (H, K, L, M, N, O, P) y de este a oeste, con números (31, 32, 33, 34...), la ciudad queda "atrapada" entre las diagonales del espacio diseñado por las compañías petroleras y el crecimiento posterior se hace obedeciendo a una anárquica cuadrícula.
A medida que la ciudad se va haciendo asiento de las migraciones internas y externas los nombres asignados a calles, sectores, comercios y plazas se convierten en símbolo de su presencia. El original trazado urbanístico de la ciudad ha sido calificado por la prensa regional como un diseño "a lo europeo" que hace que sea considerada "moderna", "de elegancia urbanística", o "un rincón cosmopolita que muy bien pudiera estar situado en Venezuela o en Europa".
Actualmente en Ciudad Ojeda, el espacio donde se construyeron, a partir de 1937, las primeras viviendas para recibir a los habitantes de Lagunillas de Agua que fueron reubicados, forma tres calles a las que se les dio el nombre de Sucre, Zulia y Páez.
Ciudad Ojeda fue construida a un costo de 1.104.273 bolívares, de acuerdo con la evaluación que se hizo a raíz de la donación de Ciudad Ojeda al Ejecutivo del Estado Zulia por el Gobierno Nacional efectuada en documento que fue registrado el 15 de mayo de 1945.
Después de 1946, Ciudad Ojeda cogió fuerzas, tomando aires progresistas y tornándose violentamente cambiante. Quitándose la tristeza de un poblado alumbrado con bombillos de agonizante luz amarilla.
Llego el inmigrante de la segunda post guerra, en búsqueda de quietud y necesidad de cohabitar humana y socialmente en patria sustitutiva. En poco tiempo Ojeda se hizo apacible refugio de más de diez mil italianos, quienes se entregaron con afanes emprendedores a trabajar con arrojo para convertirse en constructores de talleres industriales en diferentes ramas de servicios conexas con las actividades petroleras. Se dieron por competir en ser los mejores urbanizadores. De allí, el surgimiento de las elevadas y modernas edificaciones en Ciudad Ojeda.
El inmigrante con excepcional esfuerzo creador se incorporo a las actividades sociales. Ciudad Ojeda tomo aires cosmopolitas. Todos sus habitantes con un espíritu comunitario que deseaban progreso. Sin discriminación de nacionalidades ni credo, se lucha por hacer de la necesidad una solución.
Mauro Lepore llego a Ciudad Ojeda en 1949, con el encargo de electrificar a Ciudad Ojeda, Tasajeras y Las Morochas por cuenta de la Corporación Venezolana de Fomento.
La demanda generada por una población que comenzaba a crecer y progresar con una celeridad vertiginosa, despertó en los hermanos Waldo y José Chiquinquirá Méndez, la idea para la construcción de un nuevo acueducto que ayudara a cubrir el suministro de agua potable en la floreciente ciudad.
La búsqueda de una fuente de agua abundante y sana se intentó en la parte sur de la ciudad, en el sitio que hoy exhibe el nombre de la "Tropicana". El equipo de perforación, en cuyo manejo se habían experimentado Waldo y Checame, taladro hasta 18 mil pies, desde la superficie, para alcanzar un yacimiento de agua dulce, de total transparencia; a la cual solo hubo que añadirle cloro, en la justa proporción para adaptarla al consumo humano.
El acueducto "Los Méndez", como fue bautizado por sus atrevidos promotores Waldo y Checame, a manera de honrar el apellido que lucían, se tendió por todo el Centro de Ciudad Ojeda, y se continúo hasta la localidad de las Morochas, llego a surtir, en poco tiempo, a dos mil suscriptores directos. La tarifa que se fijo para este servicio de acueducto, estuvo en razón de 40 céntimos de bolívar el volumen de un barril equivalente a 200 litros.
La población disfrutaba el uso de agua potable, abundante y de excelente calidad; eficientemente servida por los acueductos privados: "Los Méndez", "El Morton" que fue realizado por Joe Dick Morton , en el año 1956 y " El Agrícola", obra de los granjeros que se establecieron hacia las afueras de Ciudad Ojeda, encabezados por Santiago Rodríguez, los cuales se constituyeron en positivos respaldos al restringido acueducto publico, alimentado desde el famoso yacimiento detectado bajo tierras de la granja "Buena Fe" del Recordado Cayetano Mata.
En el orden que el tiempo marca el compás, se construye el HOTEL EUROPA (1949), EDIFICIO LEPORE (1951), CINE IRIS (1953), FERRETERIA ROYAL, EDIFICIO OJEDA, BANCO DE MARACAIBO, FERRETERIA ZULIA, VICTOR, HOTEL ASTORIA, APRUZZESE Y BANCO FRANCES E ITALIANO (1953 Y 1954).
Entre 1950-1958 se aglutinan Las Morochas y Ojeda, elevando la población de 7.641 a 25.000 habitantes aproximadamente.
Para el año 1959 se crea el liceo Dr. Raúl Cuenca, dando inicio en una casa particular de la cual fue trasladado, el año siguiente, a la instalación educacional que ocupa actualmente la Escuela Básica "Ciudad Ojeda". Fue el primer liceo público asignado a Lagunillas y el quinto plantel de Educación Secundaria del Estado Zulia abierto con una matricula estudiantil de 200 alumnos. Su primer director fue el profesor Felipe Villegas.
Ciudad Ojeda toma auge moderno definitivo apartir de la década de los sesenta donde el negocio atractivo fue desplazando al viejo tarantín, restaurantes internacionales, confiterías, hoteles, supermercados, joyerías, librerías, talleres electromecánicos, discotecas, farmacias, sucursales bancarias, bares con mesitas y sillas en las aceras al estilo europeo, almacenes con llamativos apelativos publicitarios pestañando a base de gas neon y amplias vidrieras.
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