Escritor, periodista, historiador, filólogo, crítico y poeta. Primer latinoamericano en ocupar un sillón en la Real Academia de la Lengua Española.
Hijo del Coronel venezolano Don Miguel Antonio Baralt y de doña Ana Francisca Pérez, oriunda de la República Dominicana. Nació precisamente el año en que comenzó el proceso de independencia de España y debido a las vicisitudes políticas de aquel tiempo de guerras, la familia Baralt Pérez se trasladó a Santo Domingo, donde transcurrió la mayor parte de la infancia de Rafael María Baralt.
La familia regresó a la ciudad de Maracaibo y él tenía sólo 11 años, pero a su corta edad tuvo actividad militar y fue abanderado del Cuerpo de Cazadores Volante, del Destacamento de San Carlos, del cual su padre era comandante. De adolescente perteneció al ejército patriota de Venezuela y fue testigo de la batalla naval del lago de Maracaibo (24 de julio de 1823). En 1827 viajó a Bogotá con su tío paterno, don Luis Andrés Baralt, quien era senador al congreso, allí estudió latinidad en el Convento de Santo Domingo, derecho público y filosofía en los colegios de San Bartolomé y Nuestra Señora del Rosario, hasta alcanzar el título de bachiller en derecho público y civil. Permaneció en esa capital de la Gran Colombia, hasta 1828.
Su vida en la Milicia
Volvió a su tierra natal unos años después y compartió con la milicia sus lecturas de los clásicos españoles. Para 1830 había alcanzado el rango de oficial del Estado Mayor y Secretario del General Santiago Mariño, a quien acompañó en la Revolución de 1835. Al margen de su carrera militar, el prócer zuliano realizó su primer trabajo como historiador sirviendo en la ordenación de los documentos de campaña de Santiago Mariño. Asimismo, ejerció el cargo de oficial único de la Administración de Correos del Departamento del Zulia.
Baralt se trasladó a Caracas. Ya en la época de gobierno de Páez continuó con su carrera militar; estudió en la Academia de Matemáticas y obtuvo el título de agrimensor (persona especializada en medir la superficie de los terrenos y levantar los planos correspondientes) y se incorporó con fuerza a la vida intelectual y cultural de la capital de Venezuela.
El 18 de marzo del año 1933 contrajo matrimonio con Teresa Manrique, joven de la sociedad caraqueña, en la parroquia Altagracia de Caracas, y tuvo una hija, Manuela Luisa Agustina Baralt Manrique de Lara, quien no tuvo descendientes.
Rafael interviene al lado de José María Vargas en la llamada Revolución de las Reformas en 1835 y hacia 1837. Por iniciativa propia, investiga y acopia los materiales que lo convertirán en historiador. En este período da a conocer sus primeras obras literarias. Entre esos la Introducción a los Documentos militares y políticos relativos a la campaña de vanguardia dirigida por el General en Jefe Santiago Mariño, publicada en Guanare y luego en Valencia en ese año. Se incorporó como miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País.
Su obra llega a otros países
En 1840 viajó a París, en la comisión del coronel Agustín Codazzi, para escribir y editar la Historia y la Geografía de Venezuela y el Diccionario de Galicismos . El Resumen de la Historia de Venezuela, consta de tres volúmenes, constituyéndose ésta la consagración literaria de Baralt. El primer tomo abarca desde el descubrimiento hasta el año de 1797. El segundo y tercero, desde 1797 hasta 1830, con apéndice que comprende los años de 1831 hasta 1837. La obra maestra fue elaborada con la colaboración de Ramón Díaz Flores, siendo Baralt el redactor principal.
El 13 de septiembre de 1841 se va definitivamente de Venezuela. Primero viaja a Londres y luego se radica en Sevilla (hasta 1845) y en Madrid (hasta 1960). Allí realizó la mayor parte de su abundante obra literaria. Entre sus obras ocupa un lugar importante su oda 'Adiós a la Patria', considerada de una impresionante riqueza poética, la más importante y extensa. Contiene estrofas que irá agregando hasta los días cercanos a su muerte. También ocupó importantes cargos en el Reino de España, como Director de la Gaceta de la Corona, Administrador de la Imprenta Nacional, etc.
La fama generada por su verso y prosa llevan a Baralt a desempeñar cargos públicos importantes: la dirección del vocero oficial Gaceta de Madrid y la administración de la Imprenta Nacional en 1854. Para esta época, Rafael María Baralt es nombrado ministro plenipotenciario por República Dominicana para lograr el reconocimiento de esta isla como nación independiente por parte de España. Por circunstancias políticas España lo desconoce como embajador, lo priva de sus cargos públicos y lo enjuicia en 1857.
Murió en Madrid el 4 de enero de 1860, a los 49 años de edad. Moralmente abatido tras un juicio que se le siguió en Madrid, -pese a que se le reivindicó públicamente – que no resistió. Después de su fallecimiento, sus restos se extraviaron. Transcurrieron 122 años para su regreso a Venezuela. Actualmente los restos de Rafael María Baralt reposan en el Panteón Nacional desde el 23 de noviembre de 1982.
Fragmentos de Adiós a la Patria
“(... )Puedas grande y dichosa
Subir, ¡oh patria!, del saber al templo,
Y en carrera gloriosa
Al orbe, majestosa,
Dar de valor y de virtud ejemplo
Yo a los cielos en tanto
Mi oración llevaré por ti devota,
Como eleva su llanto
El esclavo, y su canto,
Por la patria perdida, en triste nota
Duélete de mi suerte;
No maldigas mi nombre, no me olvides;
Que aún cercano a la muerte
Pediré con voz fuerte
Victoria a Dios en tus fatales lides.
¡Dichoso yo si un día
A ti me vuelve compasivo el cielo;
Dulce muerte me envía,
Y me da, patria mía,
Digno sepulcro en tu sagrado suelo
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