martes, 3 de julio de 2018

Discurso de la Sociedad Patriótica como antesala al 5 de Julio de 1811.

03/07/2018

Discurso de la Sociedad Patriótica como antesala al 5 de Julio de 1811.

Desde la constitución de la Junta Suprema de Caracas hasta los días previos al 5 de Julio de 1811, transcurre un año entre viajes, cartas y diálogos.  Por una parte los patriotas habían depuesto a las autoridades de la Corona Española, pero por la otra, Venezuela aún no era independiente, razón por la cual Simón Bolívar quería precipitar las acciones para lograr la soberanía y la independencia.  Una de las acciones de Bolívar consistió en difundir las ideas de libertad de personajes influyentes del pensamiento universal, lo cual tuvo su efecto ya que a pocos meses se fundó en Caracas la Sociedad Patriótica, la cual se convirtió en un foco conspirador.

Para junio de 1811 se habían comprometido casi todos los miembros de la Sociedad Patriótica a convocar a los representantes de todas las provincias, quienes además serían los encargados de elaborar el Acta de la Independencia.

En esos días se adelantó mucho trabajo sobre la redacción del acta de la independencia.  Se elaboró una lista de los principales derechos que se debían consagrar en la naciente constitución.  Entre los principales derechos figuraban; la eliminación de la tortura, libertad de prensa, rebajas de los impuestos, abolición de la esclavitud y la autodeterminación.

Una de las cosas que más alarmó a los mantuanos y la aristocracia caraqueña era perder algunos privilegios como sus esclavos, a lo cual no estaban muy dispuestos, quienes querían liberarse de la tutela pero no cualquier precio.

Esta actitud molesto a Bolívar, pero el comprendió que era preferible entender sus pretensiones para no frenar el ritmo de la gesta independentista.  Algunos miembros congresantes diputados se mantenían dudosos de avanzar y preferían más bien esperar por la política española y exigían calma y sensatez.  Fue cuando entonces Bolívar irrumpió con un violento y encendido discurso:

“No es que hay dos Congresos. ¿Cómo fomentarán el cisma los que conocen más la necesidad de la unión? Lo que queremos es que esa unión sea efectiva y para animarnos a la gloriosa empresa de nuestra libertad; unirnos para reposar, para dormir en los brazos de la apatía, ayer fue una mengua, hoy es una traición. Se discute en el Congreso Nacional lo que debiera estar decidido. ¿Y qué dicen? que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviésemos confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos atender a los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resultados a ser libres?  Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse con calma! Trescientos años de calma ¿no basta?. La Junta Patriótica respeta, como debe, al Congreso de la nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos.

Que una comisión del seno de este cuerpo lleve al soberano Congreso estos sentimientos.”
Simón Bolívar,  4 de Julio de 1811

Este discurso de Bolívar fue determinante en la decisión de 30 diputados que cambiaron de opinión y al día siguiente, 5 de julio de 1811 se firmaba el acta de la independencia.

La resistencia al monopolio ejercido por las autoridades españolas sobre la vida de las provincias, la obstrucción a la libertad de comercio e industrias, la aspiración de los nacidos en el país de ejercer el derecho a gobernar su Patria y el aliento de las ideas difundidas por la Revolución Francesa, la Estadounidense, la Haitiana, sembraron la idea de liberar a Venezuela de la Sumisión de la Corona Española.  Los argumentos básicos de la Independencia asentados en el Acta, provienen del derecho castellano, en combinación con los principios de Rousseau difundidos por la Revolución Francesa.

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