El 02 de junio de 1816, el Jefe Supremo y Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y Nueva Granada, Simón Bolívar, hace una segunda visita a Carúpano. Habiendo partido de Haití el 31 de marzo, llega a Margarita y luego toma a Carúpano con 150 hombres el primero de junio. Al día siguiente decreta la liberación de los esclavos, dicha misiva señala que “…la justicia, la política, y la Patria reclaman imperiosamente los derechos imprescindibles de la naturaleza, he venido en decretar, como decreto, la libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo español en los tres siglos pasados…”, es así como se comienza el camino hacia la consolidación de la libertad de los esclavizados en Venezuela, objetivo que se materializó 38 años más tarde, cuando el 24 de marzo de 1854, el Presidente José Gregorio Monagas le puso el ejecútese a la ley que en uno de sus artículos señala “Queda abolida para siempre la esclavitud en Venezuela.”
El 02 de junio de 1816 reviste una singular importancia dentro de nuestra historia, no sólo porque representa el punto de partida hacia la abolición de la esclavitud, sino porque es una demostración de la magnanimidad de nuestro libertador, quien apenas pisa nuevamente territorio venezolano cumple la promesa que le hizo a su amigo y protector en Haití, Alejandro Petión, de otorgarle la libertad a todos esos hombres y mujeres traídos por la fuerza desde África a nuestra América. No se trataba únicamente de una promesa, se trataba de continuar con los esfuerzos de uno de sus precursores en la lucha, Francisco de Miranda, quien años previos ya contemplaba la importancia de enfilar a los negros en el ejército patriota. Reconocía Bolívar la dignidad humana, reconocía la importancia de la justicia social, reconocía El Libertador, la necesidad de hacer la lucha por la independencia un deber para todos los venezolanos con su patria.
En 1819, tres años más tarde en el célebre Discurso de Angostura, El Libertador actuando como Jefe Supremo de la República solicita al Congreso que decretara la abolición de la esclavitud, pero los intereses de los dueños de de los esclavos se impusieron sobre la justicia que demandaba la libertad de los miles de hombres y mujeres desarraigados de manera violenta de su natal África.
Simón Bolívar en una acción ejemplarizante se convierte en uno de los primeros mantuanos, propietarios de hacienda en darle la libertad a sus esclavos y reconocerlos como ciudadanos. No obstante, es en 1854 cuando se decreta la abolición de la esclavitud, durante el gobierno de José Tadeo Monagas.
El artículo 54 de la Carta Magna de la República Bolivariana de Venezuela, establece: “Ninguna persona podrá ser sometida a esclavitud o servidumbre. La trata de personas y, en particular, la de mujeres, niños, niñas y adolescentes en todas sus formas, estará sujeta a las penas previstas en la ley”.
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