viernes, 28 de junio de 2019

un Día como hoy muere Alfredo Sadel

28/06/2019


Alfredo Sadel es recordado como el “Tenor favorito de Venezuela”, su potente y versátil voz le llevó por los más grandes escenarios de Europa y América durante buena parte del siglo XX. Son más de 2.000 canciones recogidas en 200 discos las que aún dan testimonio de su talento. Su Caracas natal le ha reconocido al dar su nombre al histórico Teatro Municipal de Caracas Alfredo Sadel.

Alfredo Sánchez Luna nació en Caracas el 22 de febrero de 1930, en la populosa parroquia San Juan. A temprana edad entró en contacto con los estudios teatrales, el canto, el solfeo y la apreciación musical, mientras se ganaba la vida como calígrafo, caricaturista y dibujante publicitario, oficio este último bajo la guía de los maestros cinéticos Carlos Cruz-Diez y Jesús Soto. A mediados de la década de los años cuarenta decide adoptar como nombre Alfredo Sadel, composición entre Sánchez y Gardel a quien admiraba, e inició su participación en la emisora Radio Caracas y en la Radiodifusora Venezuela, junto a la voz femenina de Venezuela Magdalena Sánchez.

Nació en la parroquia San Juan de Caracas, el 22 de febrero de 1930. Hizo estudios en la Escuela Superior de Santa Capilla, dirigida por el maestro Sojo. Allí estudió teoría y solfeo, armonía, piano y canto. Trabajó como asistente de Carlos Cruz Diez en la agencia de publicidad McCann Erickson, donde dibujaba y elaboraba avisos de prensa.

Su nombre artístico, Alfredo Sadel, surgió de la combinación de Sánchez con Gardel.

Acerca de su primera presentación existen dos versiones, una que señala la Catedral de Caracas, como lugar donde cantó el Ave María e impresionó satisfactoriamente al público, mientras que otra lo ubica en el Nuevo Circo de Caracas, año 1947, cuando todavía no había cumplido los 18 años de edad. Ahí, Alfredo Sadel impresionó por su portentosa voz de tenor y su estampa de galán cinematográfico.

Antes de aquella actuación en el Nuevo Circo, ya había ganado no poca popularidad a través de programas radiales tan sintonizados como La Caravana Camel y Fiesta Fabulosa. También grabó el primer disco fabricado en Venezuela, con la canción Diamante Negro, compuesta por él y uno de los hitos de su repertorio, así como el bolero Desesperanza, que le escribió María Luisa Escobar. Además, había participado en las películas Misión Atómica -junto a Amador Bendayán-, y Flor del Campo.

Diversos mecenas ayudaron a su formación que empezó en Caracas, apenas a los 16 años y que continuó a lo largo de su vida en Ciudad de México, Nueva York, Buenos Aires, Barcelona, Salzburgo y Milán e incluían solfeo, piano, armonía y composición.

Lo tenía todo para triunfar y él estaba consciente de ello, de allí que aprovechó las oportunidades que se le presentaron para saltar del estrellato en Venezuela al éxito internacional, un camino que comenzó a recorrer en 1951, cuando es contratado por la RCA Victor para grabar en Nueva York.

Fue catalogado como uno de los intérpretes más notorios del Bel Canto de los años 40 y 50. Alfredo Sadel recorrió los diversos géneros, siempre basados en los ritmos y en la canción latinoamericana; siendo el bolero el predominante entre los pasajes, los valses y el pasodoble que lo llevaron a obtener fama y reconocimiento mundial. 

En 1948, Alfredo Sadel debutó en el Teatro Nacional, en el Teatro del Pueblo, en Radio Tropical y otras emisoras del interior. Mostró su talento vocal en las películas Misión Atómica (de Bolívar Films) y en Flor de Campo. Además grabó el disco de pasodoble “Diamante Negro”, con 20.000 copias vendidas. Al año siguiente grabó un disco boleros, que incluía “Son dos palabras” y “Desesperanza”, pieza original de María Luisa Escobar y que fue declarada canción nacional.

El venezolano Alfredo Sadel fue uno de los primeros en incursionar internacionalmente en el mundo de la ópera, destacándose no sólo por su capacidad técnica sino por un alto nivel de interpretación.
La plaza de la urbanización Las Mercedes, ubicada en la capital del país, lleva su nombre en homenaje y reconocimiento a su trayectoria.

Será en 1952 cuando llegó a Estados Unidos para presentarse en el Teatro Jefferson y el Château Madrid. Este escenario le dedicó trece semanas consecutivas de presentación, y le valió su participación en el programa Colgate Comedy Hour. Además grabó “Mi canción” para la casa disquera RCA Victor, y fue considerado el artista latino más popular de ese momento. Entre 1954 y 1957, Alfredo Sadel intensificó sus presentaciones con giras en Estados Unidos, Puerto Rico, Cuba y Venezuela. Incursionó en el cine mexicano, en las películas “Tú y la mentira” y “El ratón”, además grabó varios discos. En 1958, la Metro Goldwyn Meyer lo contrató en sustitución del tenor Mario Lanza, aunque por razones legales el contrato no se ejecutó.

Entrando la década los sesenta Alfredo Sadel dedicó su talento a la interpretación lírica de arias, zarzuelas y óperas, en escenarios nacionales e internacionales. En su edad madura regresó al género de la canción popular de boleros, tangos, valses, jotas, chotis, sones, danzones, incluso rancheras. Popularizó las composiciones de los venezolanos: Chelique Sarabia, Conny Méndez, Aldemaro Romero y María Luisa Escobar, entre otros, así como promovió el Plan Nacional de la Ópera en Venezuela. El 15 de mayo de 1988 debutó en el Teatro Teresa Carreño, junto a la Orquesta Sinfónica de Venezuela, con un repertorio de arias y dúos de óperas. Al año siguiente se presentó a casa llena junto a la intérprete argentina María Marta Serra Lima y el trío mexicano Los Panchos. 

El 28 de junio de 1989, falleció Manuel Alfredo Sánchez Luna, mejor conocido como Alfredo Sadel, quien ha sido considerado el cantante popular y lírico más importante en toda la historia musical de Venezuela. Publicaciones sobre el fallecimiento del destacado interprete refieren que a Sadel lo aquejaba un cáncer óseo, que le causó la muerte a la edad de 59 años, con más de 2 mil canciones grabadas, y una impecable actuación nacional e internacional.

Su partida coincidió con el Día Nacional del Teatro, por lo que fueron suspendidos los actos alusivos a ese día, además se decretaron dos días de duelo y fue declarado Post Mortem “Hijo Ilustre de la Ciudad de Caracas”.

Para el momento de su entierro una multitud conmovida lo acompañó, recorriendo la ciudad hasta la gobernación de Caracas.

Llenó de múltiples satisfacciones a su país, no solo como cantante sino por sus destacadas intervenciones en el cine. Alfredo Sadel, también llamado “El Tenor Favorito de Venezuela”, por su condición de cantante universal, constantemente era solicitado para actuar en otros países, y es así como aprovechó tal circunstancia para colaborar con la resistencia que, para aquel tiempo, luchaba contra la dictadura de Marco Pérez Jiménez. Se le consideraba el enlace perfecto con la resistencia interna y la del exilio para que se implementaran las estrategias a seguir en contra del gobierno opresor.

Innumerables giras por el mundo entero lo hicieron embajador musical de Venezuela.


No hay comentarios:

Publicar un comentario