domingo, 23 de diciembre de 2018

Inaugurado el Monumento a la Virgen de la Paz

21/12/2018


El Monumento Virgen de la Paz es el más alto de América, con una altura de 46,72 metros y ubicada a 1.640 m.s.n.m., y es el monumento a la virgen más alto del mundo.

Llegar al Monumento Virgen de la Paz es muy fácil y es el orgullo de los trujillanos, de modo que si usted le pregunta a cualquier oriundo con gusto le indicará cómo llegar. Desde el parque de los  Ilustres se puede subir en un Jeep o Toyota en un pequeño recorrido de apenas 15 minutos y donde los pasajeros o turistas llegan hasta la entrada del monumento. Si la persona desea subir en  carro particular, el mismo debe dejarlo en un estacionamiento y caminar unos 10 minutos en donde podrá disfrutar del clima de montaña, así como el de apreciar  la vista a la ciudad, la artesanía y demás productos que se ofrecen a propios y visitantes.

Fue inaugurada el 21 de diciembre de 1.983 y se construyó en 18 meses. Los escultores artífices de la obra son Manuel de la Fuente y Rosendo Camargo, con la participación del Padre Juan Francisco Hernández. La escultura tiene un peso de 1.200 toneladas, levantada sobre un esqueleto de acero vaciado en concreto armado, repartidas en 46,72 metros de altura, mide 16 metros de ancho y 18 de profundidad. La cabeza pesa 8 toneladas.

Tiene 5 miradores distribuidos donde se puede observar casi en su totalidad la mayoría de los pueblos trujillanos, el Monumento Natural Teta de Niquitao o Guirigay, la Sierra Nevada de Mérida y la zona del Sur del Lago de Maracaibo.

Está considerado entre los más altos del mundo, como también la Estatua de la Libertad en Nueva York que  se encuentra en la Isla de la Libertad al Sur de Manhattan y el Cristo Concorvado en Rio de Janeiro Brasil.

En la construcción del Monumento a la Virgen de la Paz, participó mano de obra calificada de Trujillo, entre Maestros de Obra, Albañiles y Obreros. Su costo fue de 9 millones de bolívares.


Virgen de la Paz
Los orígenes de la imagen de la Virgen de la Paz se remota probablemente al siglo VII, asociado con San Ildefonso de Toledo (606-667), un arzobispo de Toledo,​ España, destacado por su devoción a la Virgen María. La tradición relata que durante una noche de diciembre Ildefonso entró en la Catedral de Santa María de Toledo, impresionado por una gran iluminación dentro del templo, a lo que reporta ver a la Virgen sentada en la silla del arzobispo,​ un acto que fue interpretado como aprobación a las enseñanzas de Ildefonso.
San Ildefonso murió el 23 de enero, y el 24 de enero se ha dedicado a recordar el milagro.

También se cuenta que en el año 1085, durante la invasión musulmana a España, hubo una batalla en la que se disputaba la Catedral de Santa María de Toledo. Los atacantes se habían asentado en España, y planeaban convertir la catedral en una mezquita, en cuestión de un año los jefes musulmanes cambiaron de parecer y retornaron el templo a los cristianos.​ El incidente se produjo durante la víspera del 24 de enero, y los seguidores de la Santa Virgen aseguran que tenía que ver con la Virgen de la Paz, quien milagrosamente había actuado para salvaguardar la fe cristiana.

La zona donde ahora está erigido el monumento a la Paz era habitada por una sociedad aborigen conocida como Eskuke, lugar donde se produjo una sublevación indígena dirigida por el Cacique Pitijoc,​ de la etnia cuicas quienes, según la hipótesis Chibchano - Paezano, tenían una misma raíz que los Chibchas y Muiskas colombianos en contra de los colonos venidos de España.​ Derrotados los indígenas se fundó la ciudad de Trujillo el 9 de octubre de 1557 y se instauró la fe de la Virgen de la Paz en sustitución de la diosa indígena Ikake.​

La leyenda
El nombre del monumento, del lugar y de la Virgen hace referencia a la leyenda de su aparición. En el cerro llamado Peña de la Virgen, según cuenta la leyenda, fijada a finales de los años 1550, apareció la imagen de la Virgen María a varios vecinos del pueblo de Carmona. Con facciones muy originales y un gran ánimo de juventud, la joven aparecía caminando por las tardes a comprar velas para su lumbre, y fue en una pulpería donde unos hombres le preguntaron: ¿Por qué anda sola? y ella les respondería: «sola no, sino con Dios, el sol y las estrellas».​ Otra versión de la respuesta es: «hijos no se les olvide que ando con Dios, mi protector». Al seguirle los pasos, los vecinos observaron que se ocultó entre una roca y de inmediato comenzaron a observar algunos destellos en la peña y descubrirían entonces de que no era una joven mortal que vivía en la comunidad, sino que era la Bienaventurada Virgen María.

Tiempo después pensaron que el lugar donde se ocultó era la cabecera de tres ríos, los cuales ella contenía con su majestad, porque de lo contrario éstos se desbordarían para arrastrar a los moradores de la ciudad. donde dicen que apareció la virgen en el año 1570 y fue inaugurada el 21 de dicienbre 1983

Monumento a la Paz
La edificación del monumento a la Paz surgió como idea de la entonces Primera dama de Venezuela Betty Urdaneta de Herrera Campins, trujillana, y la Gobernadora de esa misma entidad Dora Maldonado de Falcón. La Virgen de la Paz es la patrona de la ciudad de Trujillo desde el siglo XVI.

El 21 de diciembre de 1983, año bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar, se inauguró El Monumento a la Paz, cuya construcción duró 18 meses,​ con la bendición litúrgica del recién ordenado cardenal José Alí Lebrún Moratinos.​ La estatua muestra a la Virgen María con una túnica azul, obra realizada por el escultor Manuel de la Fuente y el ingeniero Rosendo Camargo y contó con la colaboración del presbítero Juan Francisco Hernández. El monumento está levantado sobre una estructura de acero, que constituye el esqueleto de la escultura vacía en concreto, tiene un peso de 1.200 toneladas repartidas en 46 metros de altura, de las cuales 8 toneladas es el peso tan sólo de la cabeza de la efigie.​ El costo de este monumento que rinde culto a la advocación de María fue de 9.000.000 de bolívares venezolanos.​

A pesar de que el Papa Juan Pablo II nunca visitó Trujillo, la dedicación del monumento a la Paz contó con la presencia del embajador de Venezuela ante la Santa Sede, Luciano Noguera Mora y vino acompañada de un mensaje televisivo del Papa que se difundió a la comunidad católica venezolana.​

En el discurso que pronunció el escritor trujillano Mario Briceño Perozo, durante la dedicatoria del monumento, al referirse a la tradición de subir hasta la Peña de la Virgen, dijo:

“Los alrededores de la peña ofrecían una vegetación exuberante. Los cafetales empapados de rocío bajo la protección de los altos bucares coronados de púrpura silvestre. Y a ambos lados del sendero de musgo, los helechos, el estoraque y las pascuitas que bajarán a la ciudad a perfumar el pesebre casero.”

Cueva de la Virgen
Bajando la montaña desde la base de la peña de la Virgen, por senderos no pavimentados a un costado del monumento, se llega a unas cuevas a donde se puede entrar, denominadas en conjunto «cueva de la Peña de la Virgen ». El folclore local reconoce que las cuevas se interconectan y que los indios del pasado las usaran no solo para sus ceremonias religiosas sino también para trasladarse a través del Estado. Otras cuevas y grutas a pocos kilómetros de radio en los alrededores de la ciudad de Trujillo incluyen las Cuevas de la Peña de la Virgen I, «cueva El Zamurito» y «cueva El Ronco». Sin embargo, los movimientos de las montañas andinas a través de los años han cerrado definitivamente los supuestos pasadizos. Los fieles de la Virgen visitan con frecuencia estas cuevas, a menudo en Procesiones Religiosas de Feligreses, y agradecen los favores de la Virgen colocando sus ofrendas y velas. hay dos miradores por la parte posterior del monumento. La virgen representa la paz

Ubicación
La estatua se encuentra ubicada entre el Valle de los Cedros y el Zanjón de Los Mucas, a unos 565 km de Caracas. Desde Maracaibo, pasando por la ciudad de Valera, se llega al monumento a la Paz por la autopista Valera - Trujillo. Si se viene del norte, pasando por Pampán y Pampanito, para luego caer en la antedicha autopista. Si se viene de Boconó, se puede cortar camino por la vía que sale de Siquisay y que llega hasta La Plazuela. 



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